Como esta cambiando el mundo sin que nos demos cuenta. Lean esta nota extraída de ciudad.com:
Sólo hay que entrar, elegir y llevar sin pagar nada en las “tiendas gratuitas” que en Alemania luchan contra la lógica consumista.
Un grupo de estudiantes abrió en la calle Bruñen de Berlín un extraño local, donde se exhiben ropa, juguetes, libros y otros objetos listos para ser llevados por los clientes pero sin poner ni una moneda. Es una de las Umsonst Laden (tiendas gratuitas) que se ya se diseminaron por más de 30 ciudades de Alemania en un intento de romper con la lógica consumista de comprar objetos por imperio de la publicidad y desecharlos casi sin uso.
"Casi todos tenemos en casa cosas que no necesitamos. A menudo es durante una mudanza cuando nos preguntamos: ¿Necesito esto realmente? Y entonces lo tiramos a la basura. No es realmente basura, pero ha perdido su valor porque nadie lo usa ya. La tienda gratuita coloca de nuevo en circulación cosas inutilizadas, pero utilizables”, reza su manifiesto.
La dinámica es sencilla y a la vez muy organizada. Sacando cuentas, el plan funciona para esta red de participantes activos que pagan el alquiler con sus propios aportes y reciben en donaciones los objetos que están en la tienda esperando que alguien se los lleve gratis. Eso sí, siempre respetando la "Drei-Teile-Regel", regla por la cual pueden llevarse tres cosas como máximo en cada visita. No es necesario que el que lleva algo deje otra cosa a cambio. No es un trueque y hasta cuesta creelo.
Sin embargo, miles de personas –comprometidas con la causa– visitan cada semana las tiendas regidas por este sistema que comenzó a funcionar en los primeros 90, llegó a los 20 locales en Alemania y planea expandirse a los Países Bajos y Austria. Críticos con el “dios dinero”, los voluntarios que en asambleas forman estas tiendas autogestionadas, también ponen en evidencia las ventajas del trabajo en equipo frente al individualismo que el sistema capitalista parece condenar a los que viven bajo su imperio.
Y de paso cumplen una función ecológica, ya en los países desarrollados el consumo crece, y a su ritmo la cantidad de basura que cada hombre produce. Más el impulso a que surja una nueva relación con el consumo: se puede llevar algo por un tiempo (como ropas para una ocasión especial) y luego volver a insertarlas al circuito, claro está, mientras estén en buenas condiciones.
Como hermanas evolucionadas de las ferias americanas y anticuarios, las tiendas gratuitas aspiran a que sus visitantes les den prioridad a sus necesidades a la hora de llevarse un producto, y sobre todo mejoren su calidad de vida independientemente del dinero que posean.
Testimonio Blogger:
“Junto a la puerta del Umsonstladen (tienda gratis) había un señor con aspecto de indigente, sentado en el suelo junto a un tetra-brick de Rotwein (vino tinto), que se reía y decía algo entre dientes. En los minutos que estuve por allí todavía vinieron algunas personas que, según me pareció, traían objetos a la tienda. Un chico, por ejemplo, traía un tablero de ajedrez. Un poco más tarde llegó una chica con una bicicleta cargada de cosas. Como objeto estrella traía una guitarra polvorienta. Cuando la vio el señor del Rotwein, entabló con ella una conversación que no fui capaz de entender. En cualquier caso, la guitarra fue para el señor, y la conversación terminó con un "viel Spass mit der Gitarre" ("que se divierta con la guitarra") por parte de la chica. Cuando ella se hubo marchado, el hombre aporreó un poco las cuerdas, y enseguida dejó la guitarra a un lado, apoyada en la pared. Me dije, y así me lo confirmaría G., que aquel era un ejemplo de las escasas ocasiones en que donador y receptor se ven las caras”.
Del diario online de una etnógrafa.
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