lunes, noviembre 14, 2005

Acerca de la Realidad y otras bloggadas

Siempre volvemos al eterno dilema: Somos libres? o estamos determinados?
Pero a no dejarse tentar:
USEMOS LA LIBERTAD QUE POSEEMOS

QUE ES MUY MUCHO MAYOR DE LO QUE CREEN QUIENES PIENSAN QUE NO LA TENEMOS........

Y ES MUCHO MENOR QUE LO QUE PIENSAN QUIENES SE CREEN DUEÑOS DEL UNIVERSO.

Libertad?

Comentario muy bueno del  filosofo SLAVOJ ZIZEK:

Francia violenta, la sociedad en riesgo

El filósofo Slavoj Zizek dice que la ola de violencia en Francia

surge en un contexto global en el que la libertad de decisión del

sujeto es limitada y angustiante. Dice que el hombre no puede

prever las consecuencias de sus actos en una democracia ilusoria

que ofrece un falso poder de elección.

SLAVOJ ZIZEK.

Lo que hay que resistir cuando se nos presentan crónicas e imágenes

de autos que arden en los suburbios de París, es la "tentación

hermenéutica", la búsqueda de un significado o mensaje más profundo

oculto en esos estallidos. Lo más difícil de aceptar es, precisamente, su

extrema ausencia de sentido: más que una forma de protesta,

constituyen un passage a l''acte que testimonia no sólo la impotencia

de los perpetradores, sino, sobre todo, de la falta de lo que Frederic

Jameson llamó "mapeo cognitivo", de su incapacidad para inscribir la

experiencia de su situación en un todo significativo. La verdadera

pregunta, entonces, es: ¿cuáles son las raíces de esa desorientación?

A los teóricos sociales les gusta repetir que la sociedad actual es

completamente "reflexiva": no hay naturaleza ni tradición que

proporcione una base firme en la que se pueda descansar; hasta

nuestros impulsos más profundos (la orientación sexual) se viven cada

vez más como algo que se elige. Cómo alimentar y educar a un niño,

cómo proceder en la seducción sexual, cómo y qué comer, cómo

descansar y divertirse; todas esas esferas son objeto de una creciente

"colonización" por parte de la reflexión, se las experimenta como algo a

aprender y sobre lo cual decidir. Sin embargo, la principal traba de la

sociedad de riesgo reside en la brecha entre saber y decisión: nadie

"sabe en verdad" qué hacer, la situación es por completo "indecidible",

pero de todos modos hay que decidir. El problema, entonces, no es el

de la elección compulsiva (tengo libertad de elección con la condición

de que tome la decisión correcta), sino lo opuesto: la elección es libre,

y por ese motivo se la experimenta como más frustrante.

Nos encontramos permanentemente en la posición de tener que decidir

sobre cuestiones que afectarán nuestra vida, pero sin una base de

conocimiento adecuada. Lejos de experimentársela como liberadora,

esa compulsión a decidir libremente se experimenta en consecuencia

como una apuesta obscena y angustiante, una suerte de inversión

irónica de la predestinación: se me hace responsable de decisiones que

me vi obligado a tomar sin un conocimiento adecuado de la situación.

La libertad de decisión de la que goza el sujeto de la "sociedad de

riesgo" no es la libertad de alguien que puede elegir con libertad su

destino, sino la libertad angustiante de alguien que se ve

constantemente impelido a tomar decisiones sin tener conciencia de

sus consecuencias.

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Modernidad líquida

Comentaqrio del libro de Bauman "La Modernidad Líquida"

En uno de sus capitulos dice:

La compra como rito de exorcismo 

Como casi todas las acciones que se emprenden en una sociedad de consume, esta resulta costosa, ya que requiere un equipo e instrumentos especiales que solo el mercado de consumo puede proporcionar. La actitud de "mi cuerpo es una fortaleza asediada" no conduce al ascetismo, la abstinencia o el renunciamiento, sino más bien a consumir más -consumir especialmente comida "sana", abastecida por el comercio-. 

En suma, hay razones más que suficientes para "salir de compras". Cualquier explicación reduccionista de la obsesión de comprar y cualquier intento de imitarla a una sola causa serian erróneos. Las interpretaciones más comunes de la compra compulsiva como manifestación de la revolución de valores posmoderna, la tendencia a representar la adicción a comprar como una manifestación desembozada de los latentes instintos materialistas y hedonistas o como un

producto de la "conspiración comercial", es decir, de la incitación artificial (y artera) a perseguir el placer como principal objetivo de la vida, sólo dan cuenta en el mejor de los casos de una parte de la verdad. La otra parte, que es complemento necesario de todas esas explicaciones, es que la compulsión a comprar convertida en adicción es una encarnizada lucha contra la aguda y angustiosa incertidumbre y contra el embrutecedor sentimiento de inseguridad.

  

La gente de nuestra época, señalo Albert Camus, sufre por no ser capaz de poseer el mundo completamente