lunes, noviembre 14, 2005

Modernidad líquida

Comentaqrio del libro de Bauman "La Modernidad Líquida"

En uno de sus capitulos dice:

La compra como rito de exorcismo 

Como casi todas las acciones que se emprenden en una sociedad de consume, esta resulta costosa, ya que requiere un equipo e instrumentos especiales que solo el mercado de consumo puede proporcionar. La actitud de "mi cuerpo es una fortaleza asediada" no conduce al ascetismo, la abstinencia o el renunciamiento, sino más bien a consumir más -consumir especialmente comida "sana", abastecida por el comercio-. 

En suma, hay razones más que suficientes para "salir de compras". Cualquier explicación reduccionista de la obsesión de comprar y cualquier intento de imitarla a una sola causa serian erróneos. Las interpretaciones más comunes de la compra compulsiva como manifestación de la revolución de valores posmoderna, la tendencia a representar la adicción a comprar como una manifestación desembozada de los latentes instintos materialistas y hedonistas o como un

producto de la "conspiración comercial", es decir, de la incitación artificial (y artera) a perseguir el placer como principal objetivo de la vida, sólo dan cuenta en el mejor de los casos de una parte de la verdad. La otra parte, que es complemento necesario de todas esas explicaciones, es que la compulsión a comprar convertida en adicción es una encarnizada lucha contra la aguda y angustiosa incertidumbre y contra el embrutecedor sentimiento de inseguridad.

  

La gente de nuestra época, señalo Albert Camus, sufre por no ser capaz de poseer el mundo completamente

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